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    2018-11-09

    Visto así, el libro, que consta de 25 capítulos, en realidad podría dividirse, según mi apreciación, en tres partes: la primera, los años de formación de , desde que decidió purchase ryanodine incorporarse a la revolución por su propia voluntad y tratando de ocultarlo a su madre, hasta su arribo a la Presidencia de la República; la segunda, por supuesto, narra y analiza la obra del Presidente Cárdenas, sus dificultades y sus logros. Y la tercera, que nos cuenta sus años fuera del poder. En la primera parte, vemos un personaje que poco a poco va aprendiendo a hacer política al mismo tiempo que se convierte en un buen militar. Pero, sobre todo, observamos a un hombre que va adoptando, sin mayores estudios académicos, una identidad ideológica y un proyecto de país. Este proceso se realiza sobre todo durante su estancia en la Huasteca veracruzana siendo testigo de los conflictos laborales entre las compañías petroleras y sus trabajadores, y luego como Gobernador de Michoacán. En la forja de esta identidad política, un acontecimiento muy importante según Cuauhtémoc, fue la creación de la Confederación Revolucionaria Michoacana del Trabajo. Es su estado natal entonces, principalmente entre 1929 y 1932, el laboratorio de su futuro proyecto nacional, aunque en estos mismos años tuvo otros encargos como presidente del Partido Nacional Revolucionario () y secretario de gobernación. Después vendría la grilla por la candidatura, la campaña por la presidencia y la elaboración del Plan Sexenal. Son momentos claves para que vaya definiendo un perfil y un proyecto político propio, ajeno y distinto al de Calles, el hombre que a final de cuentas lo había apoyado para llegar a la Presidencia de la República. define ese proyecto, durante la campaña, en 1934, con esta frase: “…la principal acción de la nueva fase de la Revolución es la marcha de México hacia el socialismo…”. La segunda parte trata de la obra del Presidente Cárdenas y es la más extensa de las tres. Para el lector que por primera vez se asoma a medulla esta parte de la historia, el recuento de los principales acontecimientos de este periodo resultará muy atractivo: la ruptura con Calles y el reacomodo político que provocó; la Reforma Agraria; la obra indigenista; la creación del Partido de la Revolución Mexicana (; la política educativa; la política exterior y el apoyo a los refugiados de la guerra civil española; y desde luego, la expropiación petrolera. Para otros lectores que ya han leído otros textos sobre estos acontecimientos, el capítulo más atractivo probablemente sea el que se refiere a la sucesión presidencial en 1940 y cómo y por qué el candidato del partido oficial fue Ávila Camacho y no Francisco J. Mújica. En este capítulo también se trata un asunto muy delicado: el resultado de las elecciones constitucionales entre Ávila Camacho, y su principal opositor, Almazán. Sobre el primer asunto, al que Cuauhtémoc le da más importancia, la razón principal en el ánimo del Presidente , pudo haber sido “cuidar la expropiación” de la industria petrolera y evitar una intervención “de mayor amplitud” de Estados Unidos. Otro factor importante, dice el autor del libro, fueron los alineamientos políticos, particularmente de Vicente Lombardo Toledano en favor de Manuel Ávila Camacho. Se trata de un episodio que sin duda seguirá provocando polémica. La tercera parte arranca desde el momento en que abandona la presidencia. Fueron, dice Cuauhtémoc, “treinta años intensos de lucha permanente”. En este periodo, otro tema muy debatido se refiere a la sucesión presidencial en 1952 y la actitud que tomó en relación a la candidatura de Miguel Henríquez Guzmán. Cuauhtémoc en este punto es tajante: “…no ha dejado de haber señalamientos de diversos autores y articulistas acerca de que…Cárdenas (se comprometió en privado) a apoyar y alentó y empujó la candidatura de Henríquez”. Ello, afirma el autor, “no corresponde a la verdad”.